domingo, 24 de febrero de 2013

Flag of Concertación.svgEstos findes currando en Madrid, me están permitiendo, en la mejor época del año para el cine, disfrutar de algunas de las películas nominadas a los Óscar. El sábado a la tarde, le tocó el turno a No, que tiene como marco la campaña del No en el plebiscito de Chile de 1988, preludio del final de la dictadura de Pinochet primera cinta chilena candidata al Óscar a la mejor película extranjera.

Dudo que lo consiga, si bien esta opinión puede estar influida por lo que me pareció baja calidad de la cinta proyectada en los cines Paz. En todo caso, es una buena película, más de fondo que de forma, que me ha hecho pensar en la importancia de  comunicar en positivo, ahora que nos desayunamos diariamente con la crisis, el desempleo, la corrupción, los papeles de Bárcenas, las maniobras de Urdangarín, las transfusiones de Eufemiano Fuentes, las actividades extradeportivas de Pistorius y las lamentaciones de Mourinho, como las de 'ese fantoche que va en la romería del santo reproche' (Joaquín Sabina).

Por favor, dedícale dos minutos a ver este vídeo, que una amiga mía ha colgado en su facebook. Su mensaje es el mismo que el de la película y debería hacer reflexionar a nuestros políticos, especialmente a los que, ahora mismo, están en la oposición, carentes de ideas y de proyectos.

Si todos hiciéramos el ejercicio de ser más creativos -como hace el protagonista de la peli- en vez de lamentarnos,  podríamos superar este clima negativo que nos abruma.

Para terminar, extraído de wikipedia, os dejo el testimonio de uno de los personajes más interesantes de la peli, el del ministro del Interior, Sergio Fernández Fernández, quien en su libro 'Mi lucha por la democracia' ('manda huevos', que diría Trillo), dice"Los resultados la campaña del Sí fueron lamentables. Al cabo de muy pocos días nadie pudo ignorar la evidente superioridad técnica de la franja del No, mejor construcción argumental, mejores filmaciones, mejor música. Su melodía característica, en torno a la frase "la alegría ya viene”, era tan pegajosa, que hasta los partidarios del Si la tarareaban inconscientemente”.

Y volviendo a la peli y a la historia, un personaje tan siniestro y tan triste como Pinochet, aunque jugara con la ventaja de 1.425 minutos contra 15, tenía todas la de perder enfrentado a la alegría.

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