viernes, 30 de agosto de 2013

¡Qué manera de palmar!

Basso levanta los brazos. Detrás Bitossi.
Es una de las frases del himno de centenario del Atletico de Madrid, compuesto por Joaquín Sabina: ‘… qué manera de sufrir, qué manera de palmar, qué manera de vencer, qué manera de vivir,…’.

Eso debió pensar ayer el ciclista alemán Toni Martin cuando a escasos 20 metros de la meta fue alcanzado por el pelotón, tras una escapada de 175 kilómetros. Terminó séptimo.

Esa manera de palmar, me ha traído a la memoria el Campeonato del Mundo de 1972. Franco Bitossi, un gran rodador italiano, muy popular, conocido como ‘cuore matto’ (corazón loco), se escapó a falta de pocos kilómetros y fue engullido, en la misma línea de meta por el pelotón, encabezado por dos afamados sprinters de la época: su compatriota Marino Basso, que fue el campeón, y el francés Cyrille Guimard, que fue tercero. Bitossi terminó segundo.

Las escapadas de uno y otro no son comparables, pero sí la diferencia –casi milimétrica, en el caso de Franco Bitossi- y la importancia de la carrera: no es lo mismo una etapa de la Vuelta a España que el Campeonato de Mundo ¿verdad?

Franco Bitossi, fue portada en todos los periódicos del mundo por una desafortunada derrota, que le hizo más famoso que si hubiera ganado. En 1977, poco antes de su retirada, volvió a subir al podium, tercero, en un mundial ganado por otro compatriota: Francesco Moser.

Eduardo Rodrigálvarez cerraba hoy su cónica del El País con esta frase, relativa a Tony Martin:Luego en el hotel quizás pensara, como la mayoría, que lo que cuenta es ganar, lo que queda en los archivos, pero lo importante es cómo se pierde, lo que se archiva en la memoria.’

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