sábado, 12 de octubre de 2013

Periodismo


En su activísimo -y 'activista'- facebook, Xabier Epalza -un tipo al que no tengo el gusto de conocer y que hace un par de meses me honró con una solicitud de amistad- colgó antes-deayer esta frase de George Orwell, junto con su imagen.

Inmediatamente clické 'Me gusta' y me apunté la idea para escribir un post porque descubrí, de repente, una de las causas de la tremenda crisis que padecen el periodismo y los periodistas. Porque no creo que haya que echarle todas las culpas a internet.

Ayer escuchaba en la radio que el hasta hace pocos años todopoderoso Grupo Prisa estaba renegociando su deuda con los bancos y un día sí y otro también nos enteramos de que el periodista fulano se ha quedado sin trabajo, que el periodista mengano ha cambiado de profesión y que el periodista zutano se gana malamente la vida en un gabinete de comunicación.

Mientras la gran noticia de ayer sea el fallecimiento de Maria de Villota; mientras todos y a todas horas hablen de Bárcenas y los EREs de Andalucía; mientras Deportes Cuatro siga hablando solo de fútbol, casi exclusivamente del Real Madrid y el Barcelona, y muy especialmente de CR7, los líos con Hacienda de Messi o el nuevo peinado de Neymar; mientras El Diario Vasco dedique tres o cuatro páginas diarias a la Real Sociedad y el doble los días que hay partido; mientras compremos El País, El Mundo o el ABC para leer lo que queremos leer, sin ningún espíritu crítico... el periodismo y los periodistas seguirán deslizándose por ese tobogán que conduce a un abismo en cuyo fondo ya está cavada su tumba.

También en el periodismo, como en la política o la banca, urge recuperar el espíritu de los profesionales de raza, capaces de rebelarse contra el panem et circenses con el que, poco a poco, están anestesiando a unos ciudadanos cada vez más sometidos.

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