sábado, 26 de abril de 2014

Tito Vilanova

Siempre me han atraído esas personas a la sombra de personajes mediáticos, pagados por su ego. Me interesan esas personas sinceramente modestas y humildes, tan conscientes de su autoridad, que no necesitan el disfraz o la impostura del poder, a quienes basta su ejemplo personal y su integridad para conseguir la cohesión de los grupos y hasta seducirlos.

Ayer falleció Tito Vilanova, un hombre que encaja en esa descripción y alguien a quien podríamos dedicar el If de Rudyard Kipling, especialmente versos como los que dan comienzo y final a ese poema:

Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor,
Han perdido la suya y te culpan de ello.
Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti,
Pero también dejas lugar a sus dudas.

Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
O si, siendo engañado, no respondes con engaños,
0 si, siendo odiado, no te domina el odio
Y aun así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio.

Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu amo;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes conocer al triunfo y la derrota,
y tratar de la misma manera a esos dos impostores.

....

Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,

Y lo que es más: serás un Hombre, hijo mío.

Descanse en paz Tito Vilanova y disfrute en el cielo de la tranquilidad y la privacidad que reclamaba cuando anunció su renuncia a dirigir al F.C. Barcelona.

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