sábado, 28 de marzo de 2015

Agustín y Agustín

Agustín Ruiz es de Azkoitia y Agustín Jiménez es de Azpeitia. El primero corre y el segundo también, pero menos.

Quería hablar hoy de la Azkoitia-Azpeitia, y como no salen las clasificaciones, voy a hablar de dos de sus protagonistas. 

El azpeitiarra es la imagen de la carrera. Le veréis en todas la fotos: con los keniatas, con los demás atletas, con las autoridades, patrocinadores y con cualquiera que pueda añadir valor a tan magnífica carrera. ¡Ah! no estará lejos de donde veáis alguna txuleta y es muy probable que aparezca armado con una tuba, instrumento que practica con el mismo virtuosismo con el que controla las pulsaciones de una de las mejores medias maratones que se celebran en Europa.

Todavía no he tenido el gusto de conocerle personalmente. Me encantaría darle un abrazo y felicitarle por su buen hacer. Y a lo mejor cae una txuleta. :-)

Agustín Ruiz en el cross de Azpeitia
El azkoitiarra es escorpio, como yo, y en noviembre será ya veterano. A éste le conozco. Es puro nervio. Había preparado con mimo los 10 kms. de Laredo del pasado sábado, estaba más fino que nunca, pero el atletismo es un deporte cruel que nos permite disfrutar 15 días al año y nos condena a sufrir 350. El sufrimiento de Laredo terminó con una dolorosa retirada, pero hoy se ha sacado la espina.

Antes, ha tenido el detallazo de recogerme en Azpeitia y acercarme en su coche hasta Azkoitia, donde incluso me ha invitado a un café mientras me contaba las andanzas de una princesa de 18 meses que le tiene sorbido el seso.

En carrera, le he visto pasado el km. 18, metido en un pequeño grupo, dando la cara, como hace siempre, y decidido a bajar de 1h:15'. No le he visto llegar y ha vuelto a tener el detalle de llamarme -exultante- para decirme que lo había conseguido.

Como me consiguió el pasado noviembre dos o tres dorsales para la B/SS y como conseguirá -seguro- seguir mejorando en esa gran pasión de correr, a la que llegó procedente de las artes marciales, en las que es un consumado maestro. Por eso le veis tan fuerte.

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