lunes, 14 de noviembre de 2016

El whatsapp de Beronika

Cuando se abrió la inscripción de la B/SS, como los últimos tres años, me apunté con mi hija. Además de las obvias razones sentimentales, estaba la secreta esperanza de correr  poniendo el foco en la parte lúdica de la carrera, sin preocuparme del reloj ni de la rigurosa preparación que requiere una prueba tan exigente.

A un mes de la carrera, ante la evidencia de que Maria no estaba por la labor, no me quedó más remedio que tomármelo en serio y hacer algunas tiradas largas en compañía de los Donostiarrak o el grupo de las 9:00 del Atlético, en las que quedó en evidencia mi bajísimo estado de forma.

Mi hijo Iñigo se apiadó de mí después de que Florian, su entrenador, le desaconsejara disputar la carrera. Para él, correr por encima de 5:00/km. es menos que un rodaje suave, aunque sean 20 km. Pero esta misma semana le salió un plan mejor: hacer de liebre a sus compañeros Basapiztis Manex Elortza y Ander Goenaga con el objetivo de bajar de 1:25. Bueno, eso ya era rodaje largo aceptable y mucho mas estimulante que acompañar al pelma de su padre ¿verdad?

El año pasado en el Cross mixto de Zarautz
En esas estaba el sábado a la tarde, debatiéndome si seria capaz de correr a 5:00/km. cuando a las 17:53 recibí este whatsapp de Beronika Noya en perfecto euskera bizkaino: 'Hemen hago barriro pelmadie emoten. Cambio de planes. Si me aceptas de acompañante paquete, me encantaría correr contigo'. No reproduzco los sucesivos whatsapp -más de 30, combinando euskera batua, bizkaino y castellano- que nos cruzamos para no desvelar lo contento y a la vez preocupado que me dejó el generoso ofrecimiento de la de Markina.

Yo salía a las 10:47 y ella llevaba, tuneado, el dorsal de un tal José Manuel Romero (13137). Habíamos quedado a las 10:30 en la pancarta de la salida 11, que era la que me correspondía. A las 10:29, a mi espalda, apareció una mujer muy alta, vestida de negro, que me dio dos besos: Beronika

Tras la tirada de 31 km del 5/11
Tras los saludos de rigor, nos pusimos al día, me contó cómo iba su preparación para el maratón de Donostia, que ya había calentado 6 km. y que después de llegar tenía que hacer otros 6 km 'rápidos' para compensar el trote cochinero al que iba a ir conmigo. Eso no me lo dijo ella -que tuvo el detalle de no ponerse la rebequita que le aconsejó Unai Azpiazu para que no pasara frío a esos ritmos- pero resulta evidente que su segundo rodaje largo pre-maratón podía hacerlo a ritmos mucho más altos.

Nos situamos detrás de la liebre de 1:40, que era mi objetivo, y para cuando nos dimos cuenta, pasamos el km. 5 en 23:13, momento en el que dejamos atrás a la liebre y tiramos p'alante. Que sea lo que Dios quiera.

Subiendo Gaintxurizketa, fui con el gancho y llegué a la cima a 174 p.m. (os recuerdo que tengo 61 años y la fórmula 220 - edad = 159). 

Por Rentería, viendo lo fácil que iba ella, tuve serias dudas de que fuéramos a llegar juntos y la casi absoluta certeza de que iba a pillar un pajarón épico. Me mimó y me exigió, al 50%, en las subidas de Kaputxinos y Buenavista y cuando llegamos a Miracruz le recordé que al final de la cuesta estarían mi mujer y mi hija y quería llegar con la mejor cara posible. Tuvo la generosidad de levantar el pie y así conseguí llegar hasta ese punto todo lo dignamente que pude.

Después del maratón de Donostia 2015
Seguro que el día 27 mejora esa sonrisa
Pero en la bajada, al grito de: 'ya está hecho', pegó un acelerón y, cuesta abajo, marcamos 4:27 en el km 18. La subida de la Avenida de Navarra fue un calvario, que me volvió a disparar las pulsaciones y el último kilómetro una agonía que acabó cuando nos fundimos en un largo abrazo (más bien me sujetó ella para que no me cayera) después de 1 hora 35 minutos y 37 segundos maravillosos, a 4:47/km, un tiempo y un ritmo que no pensaba estuvieran a mi alcance en mis actuales circunstancias.

Y maravillosos por la fuerza, el positivismo, la eterna sonrisa y la personalidad de Beronika, y el calor de la marea humana entra la que hemos corrido desde que hemos salido de Behobia hasta que hemos llegado al Boulevard donostiarra, con mención especial al paso por Errenteria, que nos ha puesto los pelos de punta.

¡Ah! de postre, para completar el entrenamiento, Beronika se ha dado dos vueltas a los puentes a 4:30. Fácil.

Yo, que casi odio el whatsapp, por esta vez tengo que decir: bendito whatsapp.

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