viernes, 16 de febrero de 2018

La fruta del árbol prohibido

Pocas aproximaciones a la lacra del doping tan fundamentadas y argumentadas como ésta de Imanol Gonzalez Gete, que, una vez más, tiene la generosidad de acercarse a este blog, enriqueciéndolo con su pluma y su talento. Sintonizo con su posición, resumida, a mi modo de ver, en su última frase. Leed antes todo el texto porque merece la pena.

El caso de Ilias Fifa, coleaba desde hacía un tiempo.

Parecía incluso que había caído en el olvido, resultado sin duda de varios factores. Uno, el sensacionalismo canivalista de la prensa española; dos, que vivimos  fusilados por información a cada instante y ya no vale el hoy, sino el ahora; y tres, que la justicia tiene su ritmo, un ritmo lento para la irrealidad en la que nos movemos, pero seguro.

Es por ello, por lo que cuando la verdad ha salido a la luz, a todos nos ha parecido que llegaba tarde. Pero nada más lejos de "la realidad", la justicia ha llegado, cuando tenía que llegar. 

Son varios los pasos o protocolos a cumplimentar en un caso de este tipo y más cuando hay una investigación policial de por medio. Se debe ser muy escrupuloso con las evidencias o el atestado y el traspaso de la investigación a los diferentes estamentos. No olvidemos de que en este caso se abren dos vías de sanción, la deportiva, que actuará más  rápido, y la legal, que lo hará con más lentitud. 

Pero no es de esto de lo que quería hablar.

La situación actual de Ilias Fifa, me recuerda sobremanera a la de aquel esquiador de fondo nacionalizado español, Johann Mühlegg. Una prensa casposo-vomitiva lo encumbró y llegó incluso a hacerse eco de la amistad de "Juanito" con el rey emérito y aficionado a la caza de osos empachados de opiáceos. 

Johann se dopó y la muestra evidente, es que dio un positivo como un camión.  En el caso de Ilias, el tema da una vuelta de tuerca, ya que, según las escuchas, conseguía pasar los controles de manera favorable, pese a estar más puesto que un espécimen de "la ruta del bakalao". 

Pero, en el registro de su domicilio, se le fueron ocupadas diferentes sustancias como TB-500 "el remedio para todo" mejora movilidad y fuerza muscular, Ferlixit producto no autorizado para comercialización en España y TAD-600 enmascarante (de esto Clembutedor y Salbutafroome pueden hablar largo y tendido). Vamos, lo que todo el mundo tiene en el botiquín junto a las aspirinas, el yodo...

A lo que quiero llegar, no es que Fifa es un tramposo, que lo es y es más que evidente. Yo deseo señalar con el dedo, a algo más que la fruta podrida. El problema es el árbol, el tronco, las raíces que se adentran en un sistema del todo hipócrita hasta la médula.  

Fifa ha sucumbido a la  tentación y pagará por ello, pero este atleta, que según declaró él mismo, llegó a España metido en los bajos de un camión, sumido en la miseria, dudo mucho que supiera dónde, cómo y cuándo debía doparse; y menos aún tenía medios para acceder al fabuloso mundo de la conversión de burros en caballos de carreras. No nos engañemos, todo eso esta enraizado aquí. Los malos no son, "los que vienen de fuera" (que asco me da esta frase), los malos son los que, como buitres y sabedores de que es muy difícil que los cacen, se dedican a poner en el morro la tentacion de la droga.

El dopaje seguirá por la falta de educación que tenemos y el desconocimiento del daño a la salud a largo plazo.

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